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Alvaro Ramírez González
Cuando el Titanic golpeó ese enorme iceberg y se rompió su coraza metálica, se inició su naufragio. Fue cuestión de horas para que ese enorme edificio desapareciera en el océano.
“Ni el mismo Dios sería capaz de hundir el Titanic”, dijo pocas semanas antes su constructor.
Cuando Santos y sus amigos de la Unidad Nacional desconocieron y se robaron el plebiscito de octubre 2 que le dijo NO a los acuerdos de paz, inició también su naufragio.
Pero a diferencia del Titanic que estaba nuevo, el barco de la Unidad Nacional tiene su coraza muy deteriorada. Seis años y medio de mal gobierno, de derroche inmisericorde de recursos, de endeudamiento externo, caída de las exportaciones, desaceleración económica y abuso extremo de los impuestos a empresas y personas, hacen ya ese barco inviable. A menos de 500 días de terminar su fatídico mandato, Santos es el Presidente más impopular en la historia de Colombia. Pero el partido de la U, Cambio Radical, el Partido Liberal y los conservadores, están fritos en las primeras encuestas de intención de voto hacia las próximas elecciones. Sus registros son pavorosamente malos. El país, más informado y más culto siente desprecio por un presidente mentiroso, tramposo y derrochón.
El 1 de abril, hay una marcha que convocaron el presidente Uribe, el exprocurador Ordóñez, el expresidente Pastrana y otros líderes de la oposición. Será esta marcha más multitudinaria que el mismo plebiscito y ayudaremos a naufragar ese perverso gobierno que no le trajo al país más que deshonra, corrupción, atraso y pobreza.
¡Vamos a la calle el 1 de abril!
alragonz@yahoo.es
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