Artículo leido 1320 veces.
*Rodrigo Tabares Ruiz
El debate sobre la utilidad de las tareas escolares se ha puesto sobre la mesa a raíz de la propuesta del alcalde de Soledad, Atlántico, Joao Herrera, quien pretende que en el 2018 los estudiantes de los colegios oficiales del municipio entren al colegio a las 9 a.m. y no regresen a la casa con tareas.
En este sentido encontramos dos posiciones claramente diferenciadas; de un lado los padres de familia, quienes afirman que constituyen una carga para ellos, porque muchos de los deberes terminan haciéndolos los padres y no sus hijos; además limitan al estudiante en su vida extraescolar, porque no puede dedicarse a otras actividades, también formativas, como los deportes, los juegos, y pasar más tiempo con los amigos y la familia.
De otro lado, los profesores sostienen que es un recurso pedagógico que permite profundizar y afianzar los conocimientos adquiridos en clase y también ayuda a formar hábitos de estudio, acostumbrando al alumno al trabajo independiente y responsable, que cobrará mayor incidencia en la medida en que avanza en su cadena de formación.
En aras de la verdad ambas partes tienen razón. Los padres de familia porque las tareas escolares extensas y rutinarias pueden llevar a que el niño asocie aprendizaje con angustia. Por esta razón se debe privilegiar el trabajo de aula con el acompañamiento directo del profesor
Por su parte, los pedagogos expresan que la responsabilidad de la educación de los niños y jóvenes debe ser compartida, y que por diferentes razones muchos padres descuidan su función educadora dejándole esta tarea sólo al maestro. Un seguimiento y control permanente les permitirá conocer las dificultades de sus hijos en el proceso de aprendizaje. La participación de los padres en el quehacer educativo no sólo es importante, sino obligatoria. Sin embargo, es preciso destacar algunas características para que estas adquieran sentido pedagógico, como lo explica el profesor Octavio Copa:
- Ser planificadas y coordinadas para evitar la improvisación, rutina y sobrecarga de actividades.
- Ser graduadas en extensión y dificultad para evitar el tiempo y esfuerzo desproporcionado.
- Los alumnos deben estudiar en casa para producir y no para reproducir.
- Considerar el nivel de madurez y diferencias individuales de cada estudiante.
Finalmente, deben ser revisadas y corregidas, de lo contrario se puede ocasionar en el niño o adolescente sentimientos de desaliento, desconfianza, y falta de interés por posteriores trabajos.
*Universidad Cooperativa de Colombia
El Diario del Otún no se hace responsable por comentarios que los lectores publiquen en este espacio, ya que son opiniones personales que nada tienen que ver con el pensamiento editorial de este medio. El Diario del Otún se reserva el derecho de eliminar aquellos que utilicen un lenguaje soez, vulgar, que atenten contra la intimidad de las personas o que hagan alusión a publicidades.
12:22